fbpx

¡Yo no me quiero mudar!

Cada historia cuenta

Yo no me quiero mudar

-No mamá, yo me quiero mudar, yo me quiero quedar aquí o con la abuela.
A veces cuando acudimos a nuestras citas de compra de libros estamos presentes, sin querer, en los dramas cotidianos.

Explicar a los hijos que debemos mudarnos no es una tarea fácil y que lo asimilen cuando son pequeños tampoco.

Alguna vez me todo ver cómo una mamá le explicaba a su hijo que debían mudarse.

Empleó palabras dulces, se puso en cuclillas para verlo a los ojos, le preguntó cómo se sentía y le ayudo a identificar sus emociones. Hasta a mí me convenció de mudarme.

Si tienes que mudarte y tienes hijos pequeños tomate un tiempo para hablar de la mudanza con ellos.

También necesitan asimilarlo y aunque parece que a ellos no les ocurren cosas importantes en su vida porque son pequeños si les están ocurriendo.

Suerte con tu mudanza.

Comparte
Facebook
Twitter

Ceemos que los libros usados son como un tesoro en las manos de quien los quiere leer

Por eso nos esforzamos tanto, porque también somos lectores, porque apreciamos el gesto de querer que otros aprovechen esas lecturas que nos apasionaron, que nos acompañaron en noches de desvelo, que nos llevaron a mirar el mundo de otra forma.

Cuando tu nos llamas se pone en marcha un engrane interesante, desde la oficina Marily toma la llamada y se entrevista brevemente contigo. Te hace sentir como si hablaras con alguien que conoces de años, programa tu cita y cuando termina se comunica con Gustavo quien acudirá a la cita.

El día de la visita, Gustavo llega puntual, en la camioneta en la que cargará los libros, pulcro, con su uniforme y su herramienta.

Revisará los libros, pagará por ellos y los cargará en la camioneta. Manejará el tiempo que sea necesario para llevarlos consigo a la bodega en donde Luis los recibirá.

Luis le ayudará a bajar los libros de la camioneta, los colocarán sobre bancos de trabajo y en los siguientes días con la ayuda de Alberto y de Emilio decidirán su destino.

Algunos de esos libros se irán a Ferias de libros usados, otros a librerías, algunos más con estudiantes y otros se quedarán temporalmente en los libreros de la bodega porque también nos gusta leer.

Así, hasta que todos los libros encuentren su propio destino.