Este mes se cumplen diez años de la muerte de mi hijo, se dirigía a Baja California, allá
estudiaba biología marina, el bribón se quiso ir en coche y en un accidente falleció junto a
su pareja. A mi esposa y mí nos dolió muchísimo, estuvimos deprimidos largo tiempo, ahora
vamos a terapia y hemos comenzado a donar sus cosas, las habíamos dejado intactas pero
es momento de dar el paso y que alguien más las aproveche. Siempre le llamó la atención
esa enciclopedia de Cousteau y los libros de ballenas, todos los libros que se llevan los leyó
completos, era buen hijo.