«Cuando un ser querido se convierte en un recuerdo, la memoria se convierte en un tesoro»
J.R.R. Tolkien
Es la segunda vez que los contacto, la primera ocasión les vendí los libros de mi mejor amigo que falleció, era escritor, no tenía a nadie, enfermó y antes de partir me encargó vender sus cosas y destinar el dinero a la institución de beneficencia que yo decidiera. Me dolió bastante su muerte, lloré muchas veces al entrar a su biblioteca, fue donde pasamos tantas noches platicando de vino, poesía y chismes de la farándula. Esta vez son mis libros, no todos, solo una selección, los gustos cambian y como él me aconsejó “en vida amiga, en vida”. Lo extraño mucho. El servicio es bueno, vienen, checan los libros, los valoran, pagan y se llevan una parte de vida.
Señora Renée.