Fue en una casa en Las Lomas de Chapultepec. Nos recibió una de las hijas herederas, la biblioteca perteneció a uno de los fundadores de uno de los partidos políticos más importantes del país, los estantes ocupaban del piso hasta el techo, cuya altura era de más de cuatro metros, nos ofrecieron sólo una parte, aquellos libros que el anterior dueño deseaba que fueran utilizados por estudiantes universitarios preocupados por su país, los adquirimos y los desplazamos en la universidad, en una feria del libro, ayudamos a cumplir su deseo.
El resto de los libros los ofrecieron a una subastadora, no todos se vendieron, los restantes, también los adquirimos, a un mayor precio, de igual forma los distribuimos en la universidad, sólo que en este caso fue con los profesores.
Quedaron en buenas manos.