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Por favor no tires tus libros usados

Cada historia cuenta

por favro no tires tus libros usados

A veces los cambios son difíciles, llegan sin ser esperados y debemos plantarles buen cara. Pero no te desanimes, respira profundo y toma fuerza, que ya pasará.

Aquí también sentimos la incertidumbre. Y aunque en varios momentos hemos pensado en renunciar, la idea de ayudar a los demás nos da ánimo.

Nuestro aporte a la sociedad es pequeñísimo, adquirimos libros usados y los llevamos donde los estudiantes, para que esos libros, que de otra forma terminarían en la basura, sean leídos nuevamente.

Quiero pedirte un favor muy especial: comparte esta publicación porque alguien puede necesitarla. Este es el número de whatsapp 55 8335 5266 en el que puedes pedir información. Ánimo.

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Ceemos que los libros usados son como un tesoro en las manos de quien los quiere leer

Por eso nos esforzamos tanto, porque también somos lectores, porque apreciamos el gesto de querer que otros aprovechen esas lecturas que nos apasionaron, que nos acompañaron en noches de desvelo, que nos llevaron a mirar el mundo de otra forma.

Cuando tu nos llamas se pone en marcha un engrane interesante, desde la oficina Marily toma la llamada y se entrevista brevemente contigo. Te hace sentir como si hablaras con alguien que conoces de años, programa tu cita y cuando termina se comunica con Gustavo quien acudirá a la cita.

El día de la visita, Gustavo llega puntual, en la camioneta en la que cargará los libros, pulcro, con su uniforme y su herramienta.

Revisará los libros, pagará por ellos y los cargará en la camioneta. Manejará el tiempo que sea necesario para llevarlos consigo a la bodega en donde Luis los recibirá.

Luis le ayudará a bajar los libros de la camioneta, los colocarán sobre bancos de trabajo y en los siguientes días con la ayuda de Alberto y de Emilio decidirán su destino.

Algunos de esos libros se irán a Ferias de libros usados, otros a librerías, algunos más con estudiantes y otros se quedarán temporalmente en los libreros de la bodega porque también nos gusta leer.

Así, hasta que todos los libros encuentren su propio destino.