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Se llevan una parte de vida.

Cada historia cuenta

Es la segunda vez que los contacto, la primera ocasión les vendí los libros de mi mejor amigo que falleció, era escritor, no tenía a nadie, enfermó y antes de partir me encargó vender sus cosas y destinar el dinero a la institución de beneficencia que yo decidiera.
Mudanza

«Cuando un ser querido se convierte en un recuerdo, la memoria se convierte en un tesoro»

J.R.R. Tolkien

Es la segunda vez que los contacto, la primera ocasión les vendí los libros de mi mejor amigo que falleció, era escritor, no tenía a nadie, enfermó y antes de partir me encargó vender sus cosas y destinar el dinero a la institución de beneficencia que yo decidiera. Me dolió bastante su muerte, lloré muchas veces al entrar a su biblioteca, fue donde pasamos tantas noches platicando de vino, poesía y chismes de la farándula. Esta vez son mis libros, no todos, solo una selección, los gustos cambian y como él me aconsejó “en vida amiga, en vida”. Lo extraño mucho. El servicio es bueno, vienen, checan los libros, los valoran, pagan y se llevan una parte de vida.  

Señora Renée.

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Ceemos que los libros usados son como un tesoro en las manos de quien los quiere leer

Por eso nos esforzamos tanto, porque también somos lectores, porque apreciamos el gesto de querer que otros aprovechen esas lecturas que nos apasionaron, que nos acompañaron en noches de desvelo, que nos llevaron a mirar el mundo de otra forma.

Cuando tu nos llamas se pone en marcha un engrane interesante, desde la oficina Marily toma la llamada y se entrevista brevemente contigo. Te hace sentir como si hablaras con alguien que conoces de años, programa tu cita y cuando termina se comunica con Gustavo quien acudirá a la cita.

El día de la visita, Gustavo llega puntual, en la camioneta en la que cargará los libros, pulcro, con su uniforme y su herramienta.

Revisará los libros, pagará por ellos y los cargará en la camioneta. Manejará el tiempo que sea necesario para llevarlos consigo a la bodega en donde Luis los recibirá.

Luis le ayudará a bajar los libros de la camioneta, los colocarán sobre bancos de trabajo y en los siguientes días con la ayuda de Alberto y de Emilio decidirán su destino.

Algunos de esos libros se irán a Ferias de libros usados, otros a librerías, algunos más con estudiantes y otros se quedarán temporalmente en los libreros de la bodega porque también nos gusta leer.

Así, hasta que todos los libros encuentren su propio destino.