A mi hermana y a mi nos gusta mucho leer, toda la vida invertimos en nuestra educación, yo soy contadora y ella estudió administración, nos fue bien en la vida gracias a Dios. Tomamos la decisión de que nuestros libros se vuelvan a usar, no es fácil desprenderse de algo tan querido pero no queremos morir y que acaben en la basura o sean reciclados como papel. Pasamos por su librería de la Roma y nos agradó que tienen libros de todos los temas. Acordamos fecha y unos jóvenes muy cumplidos llegaron a la hora, el mismo día se resolvió; vieron los libros, acordamos precio, pagaron y se llevaron la biblioteca. Casi lloramos al verlos partir.