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A darle vuelo a la hilacha…

Cada historia cuenta

Soy ingeniero en petroquímica, toda mi vida me he trabajado y es momento de jubilarme,

“El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos”

Marcel Proust

Soy ingeniero en petroquímica, toda mi vida me he trabajado y es momento de jubilarme,
mis hijos ya están grandes, ya van a la universidad pero aún estoy a tiempo para
disfrutarlos y hacer cosas juntos, lo primero que decidimos fue renovar la casa por
completo, los muebles se van, también parte de la biblioteca, solo nos quedaremos con los
libros necesarios. Viajaremos mucho, siempre quise conocer París y Buenos Aires, vamos a
dar una vuelta por Europa y luego por Sudamérica, como decía mi padre: “en vida hijo, en
vida”. A darle vuelo a la hilacha antes que los achaques ya no me lo permitan.

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Ceemos que los libros usados son como un tesoro en las manos de quien los quiere leer

Por eso nos esforzamos tanto, porque también somos lectores, porque apreciamos el gesto de querer que otros aprovechen esas lecturas que nos apasionaron, que nos acompañaron en noches de desvelo, que nos llevaron a mirar el mundo de otra forma.

Cuando tu nos llamas se pone en marcha un engrane interesante, desde la oficina Marily toma la llamada y se entrevista brevemente contigo. Te hace sentir como si hablaras con alguien que conoces de años, programa tu cita y cuando termina se comunica con Gustavo quien acudirá a la cita.

El día de la visita, Gustavo llega puntual, en la camioneta en la que cargará los libros, pulcro, con su uniforme y su herramienta.

Revisará los libros, pagará por ellos y los cargará en la camioneta. Manejará el tiempo que sea necesario para llevarlos consigo a la bodega en donde Luis los recibirá.

Luis le ayudará a bajar los libros de la camioneta, los colocarán sobre bancos de trabajo y en los siguientes días con la ayuda de Alberto y de Emilio decidirán su destino.

Algunos de esos libros se irán a Ferias de libros usados, otros a librerías, algunos más con estudiantes y otros se quedarán temporalmente en los libreros de la bodega porque también nos gusta leer.

Así, hasta que todos los libros encuentren su propio destino.